Evolución hacia una Gestión por Procesos
Durante la mayor parte de la era
industrial, las empresas se han organizado como una colección de tareas o
funciones, la sabiduría imperante era que tales agrupaciones permitían
economías de escala arrolladoras. En la última parte del siglo XX, surgieron
nuevas estructuras organizativas, por ejemplo, línea de producto (en la que se recopilan todas las
funciones para un único producto), y matriz (donde la
experiencia de las organizaciones funcionales se incorpora y asigna a los
proyectos). Más recientemente, han aparecido prácticas que han hecho
evolucionar más estos modelos hacia arquitecturas de negocio que alinean
personas, trabajo y capital con los procesos que crean valor para el cliente.
La gestión de los procesos de negocio
(BPM) hace un llamado a la organización para que adapte su arquitectura de
negocio con el fin de fomentar de forma directa los procesos de negocio que
crean valor. La organización dirigida por los procesos trata a estos procesos de negocio como una cartera de valiosos activos
corporativos. Las técnicas de BPM se utilizan para, de forma explícita,
definir y ejecutar procesos de manera que creen beneficios significativos.
Pero, cuáles son las grandes debilidades
asociadas a la organización funcional que han llevado al management a
plantearse una nueva metodología de gestión? Podemos repasar las principales:
- Dificultad de llevar la Estrategia a la Operación y lograr los objetivos estratégicos
- Desconocimiento de la Estructura de procesos.
- Falta de integridad entre los sistemas de gestión.
- Gestión ineficiente de recursos y servicios: Recursos asignados y utilizados por dependencias, no congruentes con los procesos.
- Exceso de procedimientos y actividades manuales.
- Poco conocimiento de lo que hace cada uno.
- Carencia de controles o controles inadecuados.
- Información aislada en cada área.
Teniendo en cuenta estas
debilidades asociadas a las organizaciones funcionales vale la pena
preguntarnos qué implica implementar una
Gestión por Procesos?
La Gestión por Procesos tiene su base en la
identificación, análisis, diseño, monitoreo y mejora de los procesos de la
empresa, un cambio hacia este modelo implica principalmente un cambio en la
forma de gestionar la empresa. A diferencia del enfoque funcional, la gestión
se realiza de forma horizontal, basada en indicadores y orientada a las necesidades del cliente, ya sea éste interno (otros
procesos o áreas de la empresa) o externo.
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