El rol de los directores de TI como impulsores de programas y proyectos
Una
de las concepciones aceptadas actualmente en las organizaciones es entender a
la Tecnología de la Información como
el medio a través del cual conseguir los objetivos estratégicos que cada una de
estas organizaciones se plantea. Así, la tecnología y los sistemas de
información deben brindar el soporte necesario para alcanzar estos objetivos,
incrementando la eficiencia del negocio y respondiendo a las exigencias que el
entorno plantea.
En
este escenario, la gestión efectiva de
los directores de TI (CIOs, CTOs, managers, etc) se vuelve esencial,
principalmente en la toma de decisiones y en el apoyo a los programas/proyectos
que impulsan los cambios necesarios y que permiten adaptar la TI al contexto de
la organización, brindando además un marco propicio para la entrega de valor a
través de los distintos servicios de TI.
Sin
embargo, existe un conjunto de errores en los cuales comúnmente suelen incurrir
los encargados de marcar el “rumbo tecnológico” de la compañía. Se mencionan a
continuación algunas líneas recomendadas que los directores de TI deberían
considerar como parte de una gestión efectiva:
1-
Alineación
de los proyectos de TI a la organización:
Es importante que las decisiones de aspectos tecnológicos se tomen teniendo en
cuenta los objetivos organizacionales. La tecnología debe seguir el rumbo de la
innovación, pero sin “olvidarse” de brindar el soporte que la organización
necesita para alcanzar sus metas, con el fin que esta alineación entre
“objetivos organizacionales” y “programas/proyectos TI” sea lo más adecuada posible.
2-
Estrategias
de gestión del cambio: Entendiendo que
los programas y proyectos de TI son generalmente motores de cambios tecnológicos,
pero también sociales y culturales, suma importancia además llevar a cabo una
correcta administración de estos cambios, para que el logro de los objetivos de
los proyectos de TI sea efectivamente productivo para la organización en su
conjunto.
3-
Planificación
y asignación de recursos: Para poder
llevar a cabo estos proyectos es imprescindible realizar una planificación
inicial adecuada, entendiendo adecuadamente los riesgos de mayor impacto y
mediando entre el optimismo y la pérdida de oportunidad. La ejecución de los
proyectos debe estar sustentada por la asignación suficiente de los recursos
necesarios, especialmente los recursos humanos, delegando las responsabilidades
y otorgando las facultades para un desempeño óptimo. Si se reconocen las
necesidades por las cuales se inician los proyectos, se deben reconocer
entonces las necesidades de recursos para llevar a cabo los mismos.
4-
Visibilidad
y toma de decisiones: Aún en los
momentos más impensados, el rumbo de los proyectos puede distar marcadamente de
lo esperado. Es importante que los directores de TI conozcan el nivel de
visibilidad que desean sobre sus proyectos, lo transmitan adecuadamente y
dispongan de la información. Este punto es la base para que puedan tomar las
decisiones apropiadas que desde cierta óptica es el centro de su labor.
Es
evidente que el accionar operativo debe estar fuertemente guiado por los
directores de TI, tanto para alcanzar los logros de los proyectos como
para permitir gestionar eficientemente
todas las situaciones relacionadas con la demanda de servicios tecnológicos a
futuro. El enfoque no es lanzar proyectos para “solucionar” problemas o
emprender mejoras; debe brindarse el marco adecuado para que estos proyectos de
TI se planifiquen pensando en el negocio y se finalicen exitosamente para
otorgar beneficios al mismo.
Adaptar
los proyectos de TI al negocio es sólo el comienzo, la clave se encuentra
además en la dirección efectiva y el patrocinio adecuado de quienes deben
liderar estos cambios.
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