Organigramas y Procesos
La escuela clásica
de la Administración, nos enseña cómo aglutinar y jerarquizar las personas
dentro de una organización. De esta labor surge un modelo gráfico que
representa estos criterios, el organigrama.
Hasta nuestros
días, lo generalmente aceptado e implementado, son los organigramas
funcionales, cuyo criterio de agrupamiento es en función a la afinidad de las
tareas que ejecutan los colaboradores de la organización. Ciertamente, el
criterio es muy lógico y difícil de refutar. Sin embargo, la pregunta que
deberíamos hacernos es si contribuye realmente a cumplir los objetivos de la
organización. Lo importante de este diseño, es cuánto asiste a la estrategia de
la empresa, aquella que guía el rumbo y le da identidad en el mercado, frente a
sus competidores.
Haciéndonos este
cuestionamiento, es de mucha ayudar ver la organización transversalmente, es
decir no como pequeñas cajas con objetivos particulares y no relacionados, sino
como grandes arterias que fluyen bajo objetivos integradores.
Si la organización
se encuentra transitando la gestión por procesos, entonces basta con echar un
vistazo a su mapa de procesos, y se podrá observar a un nivel macro, la
estrategia que se quiere llevar a cabo. Finalmente si buscamos apoyar a la
estrategia con todos los recursos, no solo tecnológicos y procedimentales, sino
también sumando la organización de los recursos humanos y su alineamiento con
los objetivos que buscan el éxito de la empresa; podremos avistar fácilmente un
modelo de organigrama que no se limite a actividades funcionales, sino que
busque la integración inter área, inter especialidad, y siga el flujo de las
tareas hasta el cumplimiento de objetivos sistémicos.
Sin duda, este
tipo de pensamientos rompe paradigmas y no son fáciles de adquirir
culturalmente. Como todo, forman parte de un proceso ideológico que toda
organización debe ir transitando en su búsqueda de la calidad total y la mejora
continua. No es posible pedir a una organización que no tiene identificada sus
áreas funcionales que naturalmente piense en un organigrama por procesos,
tampoco se puede esperar lo mismo de una empresa que no ha logrado definir su
estrategia corporativa.
Estos son todos
conceptos relacionados entre sí, ninguno es ajeno al otro. Por lo tanto estas
definiciones no pueden ser tomadas aisladamente, el pensamiento es integral y completo,
así como los resultados del esfuerzo.
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